Lo que me interesa de estas primarias tan movidas que hemos vivido todos es el proceso democrático en el seno de un partido que hace tiempo ha olvidado que el poder reside en la militancia, y que a la militancia nos gustan poco las bulgaridades.
Ahora, lo suyo sería un rápido contagio de esta forma de hacer en las comunidades que aún no tenemos la suerte de poder escoger quién queremos que nos represente. Y debería ser así porque, a pesar de que yo voto ideología y no candidata o candidato, me gustaría concer algo más que el nombre de los que van en las listas y el porqué se han ganado ese privilegio.
Tomás Gómez no ha ganado a Zapatero; ha reconquistado su derecho natural a ser el candidato que se enfrentará a la presidenta de Madrid. Y para ganar necesitará toda la ayuda del PSM, del PSOE y del resto de socialistas federados. Ahí estaremos porque los ultramontanos usarán sus peores armas para no perder el gobierno de la comunidaz del centro.
Esta noche Madrid será una fiesta para todos los socialistas de bien porque la democracia del partido ha salido reforzada.
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