domingo, 30 de octubre de 2016

Pedro Sánchez, no te creo. Ahora dicen que como tu plan es encabezar

la reforma del PSOE no tenías otra opción que entregar tu acta de diputado para evitar las sospechadas represalias del partido si hubieras votado no, un adverbio tan pequeño como poderoso, ante la renovación una temporada más de Mariano 'SíATodoEuropa' Rajoy y su tropa.

Pues sí tenías otra opción, la de los políticos de altura: entregar tu acta de diputado en la primera sesión de investidura, la del jueves, la que ya sabíamos que Mariano iba a perder. Si hubieras hecho esto en vez de la pamema de votar que no el jueves con la boca más grande que pudiste y luego emplazar a los periodistas al sábado, envolviendo tus declaraciones con misterio --ante la pregunta de la prensa '¿qué votará el sábado?' respondías con un oscuro y sonriente 'el sábado lo sabréis'-- quizá muchos socialistas empezaríamos a verte con otros ojos.

Pero no, porque en el mundo en el que te mueves lo imprescindible es dar titulares. Maldita la hora en el que el marketing malentendido entró en los partidos.

Alguien te asesoró y decidiste brindar un gran mutis. Ya se ha filtrado que volverás a hacer la gira para captar militantes con tu coche (me resulta gracioso que subrayen que vas en tu coche, como si fuera una heroicidad. Qué alejados de mi mundo están los que lo comentan sorprendidos y admirados). A la espera del próximo congreso, establecerás alianzas basadas en el famoso no es no que, o mucho me equivoco, o en tu caso te ha convertido en una estrella de un solo éxito, lo que en música sería un one hit wonder.
Crees tener a Cataluña en tu bando pero ahí te equivocas porque el PSC no se va a casar con cualquiera, que te lo cuente Josep Borrell. También es cierto que en Cataluña olemos a azufre porque la intención de voto podemita está subiendo hasta colocar a En Comú podem como primera fuerza.

¿Qué va a pasar ahora? Que el PP hará de las suyas, como siempre, que Podemos va a erigirse como líderes de la oposición de izquierda, que el PSOE va a tener que luchar mucho para superar el estigma de la abstención que ha llevado a la derecha al poder, que volverá a oírse tu nombre cuando se acerque el congreso de tu partido y que, o mucho me equivoco, o Madina te ganará por mano. Y si no es Madina será cualquier otro. Cuando se celebre ese famoso Congreso todo lo que ha pasado ahora estará tan lejos en el tiempo como la última temporada de Gran Hermano.

Actualización julio 2018: para darme un trofeo como analista política, vamos.