miércoles, 29 de junio de 2005

Estaré durmiendo

cuando rebase la primera cota importante: un mes sin humo (propio, que ajeno ya ¡les vale!)
Más de mil cigarrillos de menos. Pues sí, Majo, eso es una pasta, exactamente unos 133,48 eurotes, que en este momento de mi (inexistente) economia, mejor en mi bolsillo que en el de Hacienda.
Te dejo. Voy a ponerme en cosas menos interesantes pero más productivas.

martes, 28 de junio de 2005

Qué calor

Pues sí. Podría intentar quedar estupenda con un titular magnífico, pero tengo el cerebro licuado. El aire acondicionado pertenece a la zona de la casa que le tocó a mi madre en el reparto de bienes, así que me conformo con el ventilador asesino, porque ya van dos resfriados en quince días y porque un día sus palas dejarán de amenazarme con oscilaciones y caerán sobre una o dos de mis manos, cercenándomelas.
Estoy a dos días de empezar a contar el tiempo en meses d. C. (después de Camel) y empiezo a pensar seriamente en dejar de comer. En tres días no he engordado nada. Tampoco he adelgazado, vale, no es el momento de ponerse lírica, pero algo es algo.
Ahora mismo voy a por un vaso gigante de coke con hielo y mucho limón y me planto a terminar de ver "Mujeres desesperadas".

sábado, 25 de junio de 2005

Uff, uff, uff

Estoy actualizando desde casa de Dani. No tengo ni idea de porqué me pasa esto, pero ha sido entrar en la casa y tener unas ganas locas de fumar. Tengo asociado el espacio al tabaco con más intensidad que otros lugares. Es como mi Triángulo de las Bermudas particular. He acariciado a la gata, he mirado las fotos, he tocado los arcos, he empezado a tocar todo lo que tenía al alcance y ahora estoy delante del ordenador escribiendo que me muero por un piti. Audrey Hepburn me mira desde una columna pero no me habla. Soy toxi pero aún no estoy chalada. Mientras Dani prepara la cena voy a concentrarme en disociar su casa del camel. Igual no le importa que siga tocando cosas. Intentare evitar las caras. ¡Tengo chicles! ¡Estoy salvada!

Tres semanas y pico

Un pico corto, de dos días, pero pico al fin. El jueves, verbena, fui a una fiesta de cumpleaños y una persona me dijo que si llevaba tres semanas ya lo había conseguido. Era una forma de dar ánimos, supongo. Creo que en la fiesta sólo otro y yo no fumábamos y fue curioso observar en tercera persona como los toxis buscaban ceniceros o se pedían fuego entre ellos.
El mismo jueves, un poco antes, tuve función ¡y nadie fumó en el camerino! Gustavo tenía el camel por allí encima y yo lo iba mirando de reojo, ¡me era tan familiar! pero no encendió ni uno a pesar de ser su debú. Y Rafel aguantó sin fumar como un señor, y eso que es una chimenea, como yo antes. Muy monos los dos. ¿Algún día iré por ahí sin acordarme que fumaba y sin pensar en si alguien fuma? Bueno, ya he superado las tres semanas.

miércoles, 22 de junio de 2005

Mañana será el primer jueves

desde octubre que estaré más concentrada en no fumar en el camerino que en salir a escena. Un compañero de teatro, en un rapto de generosidad, prometió intentar abstenerse. No habían pasado 12 horas del rapto cuando me envió un sms diciendo que iba a ser que sí, que de no fumar nada de nada. Es curioso, ahora que lo pienso de los siete que estaremos embutidos en el camerino sólo fuman dos. A eso le llamo "franca minoría". Menos mal que uno es ducados y el otro nobel, que si no igual me daba un ataquito. Después del teatro, fiesta de cumpleaños en un ático con terraza, vieja conocida donde he llegado a fumar lo que no está escrito. Me espera una verbena preciosa.

lunes, 20 de junio de 2005

Hay que ver

la de días que no actualizaba la página. Y es que he estado muy ocupada:
- durmiendo
- huyendo del mono
- viendo pelis only for your eyes
- huyendo del mono
- intentando no comer como una tragaldabas
- huyendo del mono
y en varias cosas más, todas por el estilo. Además, ando medio constipada, pero con una tos y unos mocos de los que suscitan el comentario "¡es que tienes que dejar de fumar, que esa tos es del tabaco!". Pues mira, listo, ya lo he dejado y no me constipaba así desde sexto de EGB, que pasé del metro cuarenta y cinco al metro cincuenta y tres actual. Un estirón, que decían las madres, y un pedazo de fiebre con alucinaciones incluidas. Entonces aún no fumaba. Debí empezar a tontear con el tabaco el verano de 6ºa 7º, entre los 12 y los 13 años.
El fin de semana sufrí los embates de la nicotina y aguanté, aunque me costó m-u-c-h-o. El sábado estaba en un bar y ¡salí a la calle a no fumar! Esto ya es lo último. Y es que la abstinencia me cambia el ritmo del Universo. Por ejemplo, estoy sufriendo un ataque de nicotina tal que fumaría cualquier colilla desconocida abandonada a su suerte y, sorpresa, alguien que me habla. Bla, requetebla, y tal y eso, ¡con un cigarrillo en la mano! Y yo contestando "anda", "mira", "caramba", aunque en realidad ni sé lo que me dice ni lo que le contesto porqué sólo tengo ojos para ese cigarrillo. Oye, y qué rabia dan los que te hablan con un cigarrillo entre los dedos ¡que ni siquiera han encendido! Voy sonriendo y asintiendo con la cabeza mientras pienso "¡pero no lo entretengas tontolahaba! ¡O te lo fumas o deja que corra!". Seguro que esos hacen lo mismo con los porros. Y esa es otra. El otro día pensaba ¿volveré a fumar porros? Mira, eso me importa menos porque es la droga más tonta que he consumido. Bueno, menos un par de veces que me pasaron un chocolate estupendo, de esos que dan risa y lo ves todo rosa, pero vamos, que no me importa demasiado. Lo más raro de todo es que me impongo una distancia mental tan grande que intento imaginarme fumando y se me hace extraño, a pesar de que aún, cuando salgo de casa, siento que el bolso va vacío.

jueves, 16 de junio de 2005

Dos semanas sobria

¡Ea! A los que dudaron, a los que me miraron con condescendencia al rechazar un piti, a los que negaron que lo estoy intentando, gracias.
A todos los otros, a los que me dan ánimo, a los que creen -como Mercé- que he vuelto pero siguen a mi lado igual o más, a los que me dan consejos para no caer, ¡os debo un crucero! Calculo que si me ahorro 1700 euros al año en camels, en cinco años os reuno a todos y nos vamos a dar unas brazadillas por el Caribe (pago yo, así que iremos al Caribe y .)
Cigarrillos de menos: 584,26
Direno ahorrado: 70,11 eurillos
Peso: Métete en tus cosas ¿vale?

miércoles, 15 de junio de 2005

Hoy fumaría

¡Mira por donde! Otros días no. Incluso había apartado un poco del blog de mi vida, pero hoy... Todo el mundo me da consejos que yo sigo. "Bebe agua" y claro, me paso el día yendo al baño, que parece que tengo un poro; "respira hondo", y respiro tan hondo que a veces creo el vacío a mi alrededor; "no pienses, mujer", y aunque me cuesta, a veces dejo la mente tan en blanco que parezco una máquina de cocacola... En fin, cualquier cosa antes de fumar. Pero hoy...

martes, 14 de junio de 2005

Para cerrarme con llave y tirarla luego al mar

Así estoy hoy, por dentrooooo. Por fuera me esfuerzo muchichísimo en que no se note demasiado. Me sobrevino el ataque de (ausencia de) nicotina sobre las 11 de la mañana. De pronto, no tenía ganas de pillar un cigarrillo, no; más bien tenía ganas de no haber dejado de fumar. Una cosa muy rara. Que dices "¿te meterías un cigarro en la boca?", pues no. No es eso. Es bastante probable que el ataque de hoy sea resultado de otro efecto secundario: se me está licuando el cerebro. Estoy de caramelos hasta el gorro. Encima, mi augusta madre, que desde que sabe que me falta hierro no deja de comprar cosas ricas, ha llenado el taper de las galletas con ídem príncipe, de infausto recuerdo porque me las comía a paquetes la otra vez que deje de fumar. ¿Y qué hago? ¿Estrangulo a una madre? Pues me aguanto el brote y me como las galletas. Si por lo menos me gustase el apio... Voy a montar el otro ordenador, a ver si me calmo.

No paro de sacar punta a los colores


Pintar mandalas es una terapia tan buena como comer caramelos sin parar. Menos hoy, que me he liado miserablemente con el ordenador, todas las noches pinto alguno. El otro día, ordenando mi caos, descubrí un compás así que en breve empezaré también a dibujarlos. Hoy apenas me he acordado del tabaco. Y mira que es mala suerte ir a trabajar a un edificio público donde hasta el jefe fuma en estos tiempos de cólera. No daré más pistas por si desembarca la liga anti-humo. Una cosa es dejar de fumar y otra ponérselo fácil a los anticamel. Anda y que les den.

domingo, 12 de junio de 2005

Actividad social superada

con ciertas dificultades, porque me he descubierto aspirando humo ajeno con fruición, pero puedo decir que estoy capacitada para salir por ahí a cenar, dentro de un par de meses. No sé qué tal me irá cuando salga de copas, porque aún no lo he hecho y no por miedo, sino por falta de liquidez. Salvador y Mabel me dieron una bolsa del corteinglés llena de caramelos sin azúcar. Voy a estar chupando hasta el día del Juicio. Mañana empiezo a trabajar por las mañanas y espero poder escaparme a la playa por la tarde. Entre una cosa y otra pasarán los días y podré escribir "hace un año que dejé el camel". Ayer me enteré en una conferencia que la falta de hierro puede deberse al estrés. Estupendo.
Nervios: lo normal en mi situación.
Irritabilidad: tendré que revisarme ahora que he terminado la regla.
Hambre: Igual que antes, o sea, toda, pero sin controlarme.
Peso: ¿a ti que te importa?

jueves, 9 de junio de 2005

Una semana

veinte horas y 51 minutos sin fumar. Ni yo me lo creo aún. Hoy Julia me ha dicho que no me imagina sin un cigarrillo. No confía en que me mantenga abstemia, pero lo importante es que yo sí confíe en mi misma. No he pensado demasiado en un fumar excepto hace un rato, cuando he abierto el portátil. El proceso ya no me produce tanta euforia, es cierto, e incluso a veces me parece que nunca he fumado y es que el cerebro es muy taimado. Ayer pasé dos momentos tremendos: a mediodía, comiendo con Xavi en el puerto. Vino, café, brisa marina y él dándole al malboro. Lo superé, pero me costó m-u-c-h-í-s-i-m-o. Por la noche cené en casa de Xavi y Ana. Tremendo. Ellos fumaban como carreteros y a la mañana siguiente me levanté con mal sabor de boca y resaca de tabaco. Igual me estoy volviendo asquerosamente sana. De momento te adelanto que he dejado de fumar 314 cigarrillos y he ahorrado 37,76 eurillos. Tengo un programita que proporciona estos datos. Me lo bajé de quitometro.org y aunque es una tontada, me hace gracia. Mañana empiezo un nuevo trabajo donde podría fumar si quisiera, pero no lo haré. Me faltan tres semanas para dar por concluido el duelo.

martes, 7 de junio de 2005

Morbo

Acabo de hacer el cálculo. En estos últimos 16 años que llevo fumando dos paquetes diarios me he metido en los pulmones lo peor de 233.600 cigarrillos. Jamás piensas en la magnitud cuando compras los dos paquetes o el cartón en el estanco. Casi un cuarto de millón de cigarrillos. Qué burrada.

La cosa va mejor

Pues igual sí, porqué tampoco tengo la necesidad de escribir constantemente lo que me está costando dejar el tabaco. El movimiento automático de la mano sigue estando, pero muy atenuado y aunque a veces busco con los ojos el paquete de camel, o llevo el bolso junto al ordenador, acción mecánica para trasportar cigarrillos y mecheros a la zona donde fumar sin pausa, ahora hasta se me hace extraño. Creo que se trata del entusiasmo de los primeros días. Hoy he estado en una reunión donde varias personas fumaban y lo he soportado mejor que bien. Eso sí, me he comido un montón de caramelos, sin azúcar, y la mitad de un paquete de chiclés. Estoy dándole fuerte al ejercicio para evitar desbordarme y parece que estoy consiguiendo contener la marea. De todas formas, en este momento si fuera plana me usarían para transportar acero de continente a continente. Ya solucionaré el sobrepeso más adelante. Ahora sólo me puedo concentrar en el tabaco (y en encontrar un trabajo.)

Pleno al 15

Dejo el tabaco y dejo el trabajo. Si en este momento de mi vida hubiera tenido novio ¿también lo habría hecho desaparcer del horizonte? Ah, eso nunca lo sabremos. De momento, lo que si tengo seguro es un paro como la catedral de Burgos pero sin subsidio, y con ahorros sólo para llegar a agosto. Que si fuera de natural camarera especializada en terrazas de verano pues aún podría encontrar algo en esa fecha, pero va a ser que no.
La decisión de dejar el trabajo ha sido estupenda. Como cada tarde en la oficina, voy y le enciendo unas velas al Universo (otro día lo cuento, es un rollito esotérico que alguien me explicó y yo me creí, en el que le pides al Universo y él te responde) y le pido que se aclare mi situación profesional, que muy clara no estaba. Pues no sé qué ataque clon me agarra que entra mi jefa por la puerta y ha pasado a "ex" en cinco coma tres segundos. Pim-pam. Dame la liquidación y zas, va y me la da. Espero que el Universo sepa qué está haciendo conmigo, porque como mi arrebato haya sido consecuencia de uno de sus ataques de humor lo tenemos claro ambos. Bueno, sobre todo yo y mi circunstancia. El nombre de este blog, "Estupendo ¿y ahora qué?", ha sido premonitorio...

domingo, 5 de junio de 2005

¡He superado la clase de teatro!

Al principio, raro, porque el cigarrillo me hacía mucha compañía. Pero más adelante todo fluía. También fluía un poco de mi mala leche, aunque me he esforzado mucho en hacerme la simpática. Primero, coz, después sonrisa. Igual ha colado, pero un par de veces me han dicho, medio en broma medio en serio, "fúmate un cigarrillo Amparo". Ya veremos qué pasará cuando toque camerino. Allí me fumaba uno detrás de otro. Mañana, otra semana laboral sin humo. Aunque sin llegar a que la cabeza me gire descontrolada, noto como el mal humor se apodera de mi. Me ataré a la cama pero antes voy a zamparme unas galletas de chocolate que, oh sorpresa, han aparecido en la nevera. Una cosa que he decubierto hoy es que hay un montón de personas en mis diferentes grupos que no fuman. Como yo fumaba tanto no me daba cuenta. Toxicómana y egocéntrica. Una combinación de lo más estupenda.

Tercer día sin fumar

He hecho ejercicio con la elíptica. A media tarde he cogido al vuelo la bolsa y me he ido a la piscina. He pintado nosecuantos mandalas. Uno de estos días los escaneo y los subo. Vamos, me he mantenido ocupada todo el día, tanto que me muero de agujetas. Encima apenas he dormido. Mala leche, hambre voraz e insomnio. Ya cumplo tres efectos secundarios del proceso de desintoxicación física. Dicen que dura entre tres y cuatro semanas. Vamos, que a final de junio tendré el tamaño de Australia pero estaré sanísima. El riesgo de infarto ha disminuido y el oxígeno en sangre vuelve a tener niveles normales. Ya no tengo monóxido de carbono en el organismo (bueno, digo yo que algo debo tener si vivo en Barcelona) y mis pulmones se están limpiando. Para que estén como una patena aún falta un año y medio, así que mejor me concentro en hoy, y mañana en mañana, y pasado en pasado... Hoy he ido a dar sangre y no me han dejado. Me han dado una lista de alimentos con hierro (te adelanto que tienen más las lentejas que las espinacas) y que vuelva dentro de un mes. Es probable que la modorra y los mareos sean de la falta de hierro y no de la falta de tabaco. Bueno, digo yo.

sábado, 4 de junio de 2005

Pinto, coloreo y no me como los colores pero...

Segundo día de vigilia. Ayer me hice con 47 euros de mandalas para colorear. Mientras los pinto no pienso en el tacabo, ni en la comida. Esta mañana he pasado al plan be: ejercicio y dieta a saco porque he alcanzado el peso "zeppelín". Joder, todo a la vez es difícil. Sigo empeñada en no consumir chicles, parches o vaporizadores. Lo peor, la decisión de dejarlo y dar el paso, está hecho. El resto es mero control mental. A ver qué tal me sale ponerme chulita, porque no estoy muy bien ni de control ni de mente estos días...

viernes, 3 de junio de 2005

¡Hala, ya he comido!

Estupendo bocadillo de chistorra. Como no me ponga frugívera este finde, en breve no pasaré por las puertas.
Qué curioso. A pesar de la chistorra, sigo mareándome como un pato. Y continuo odiando a todo el mundo, principalmente al mundo que fuma o que me habla, o que quiere que le preste atención. Tengo mucho sueeeeeño. Más de lo normal. Y cero ganas de mover un dedo. A ver cómo capeo lo que me queda de tarde.

¿Sabes cuando hierve la leche...

...y la espuma crece y crece y se va de madre y no sabes muy bien qué hacer porqué la leche se sale del cazo y se quema y huele raro y ensucia la cocina y te quemas los dedos porque quieres apartar el cazo sin tener en cuanta que la leche se ha salido porque está en el fuego? Pues así estoy yo esta mañana. Voy a cancelar todas las citas del fin de semana o me quedaré sin amigos.

jueves, 2 de junio de 2005

Uuuuffff

Hasta las 7 de la tarde más o menos he dominado la situación. Ahora han cambiado las tornas. Ha sido llegar a casa y descubrir que un montón de rutinas están unidas al cigarrillo. Y eso que pensaba que yo era una fumadora social. Anda que no. En cualquier caso, a lo largo del día he descubierto cosas interesantes, como que la mierda del tabaco me ha arrastrado a un mono físico de tal calibre que me mareo de tanto en tanto. Y que muchos cigarrillos los he fumado por ocupar los tiempos muertos. Cada vez que se me va la mano hacia la nada analizo el impulso y me divierte averiguar que cuando yo creía fumar por placer o por automatismo, en realidad lo hacía por una razón oculta. Igual soy un misterio en mi misma.
Estoy bebiendo té poco a poco. No puedo chupar un caramelo más. Voy a esperar un minuto de reloj, respirando profundamente. Igual los consejos de los cumbas sirven para algo en esta vida, además de para molestar.

13 horas

Las que llevo sin fumar. Vale, quizá no debería sumar las que dormí, aunque ni una vez soñé con tabaco. ¿Soñaré esta noche? Con cigarrillos, me refiero. Y si sueño que fumo, ¿habré recaído, o eso no cuenta?
La mañana ha pasado bastante bien. Algunos latigazos (5 ó 6) de ansia, sobre todo mecánica. La mano buscaba el paquete, o veía fumar a mis compañeras y me entraban ligeras ganas de estrangularlas. Pero nooooo, porque soy super tolerante y enrollada con los pobres toxis.
Ahora, por la tarde, es un poco más difícil. He comido (más o menos de dieta para controlar) y hace dos minutos me volvían los ataques automáticos "mano busca cigarrillo", pero ya pasó. Menos mal que tengo una visita en el mundo exterior y eso me distraerá un poco.
Lo estoy haciendo estupendamente bien, pero odio a todo el mundo, pequeño efecto secundario.

Empieza el fin

Sólo me he acordado intermitentemente del cigarrillo desde que me he levantado. Acabo de llegar al trabajo y ya tengo un chicle en la boca. Las dos personas con las que trabajo fuman como carreteros (como yo hasta hoy ¡ja!) y nada más entrar en el local se me ha ido la vista al cenicero de una de ellas, al cigarrillo de una de ellas, al humo que exhalaba una de ellas (es que sólo había una de ellas en el despacho.) Acabo de darme cuenta que mi cenicero con mis colillas y mi ceniza de ayer sigue en mi mesa. Voy a librarme de él, que una de las colillas aún podría aprovecharse. Que día más largo me espera...

Chao

Son las 2 de la madrugada. Me he fumado el último camel. He aspirado tanto que me ha sentado como un tiro. Mañana será otro día, esta vez de verdad.

Me cago en las autoridades sanitarias

Me queda un camel antes de pasarme el resto de mi vida sin fumar. Bueno, por lo menos esa es la intención. No tengo ni idea de si lo conseguiré esta vez, aunque si el camino es el viaje, el intentarlo, además de una putada, es suficiente.
Mi madre, abnegada y escéptica a partes iguales, me ha comprado medio kilo de caramelos solano sin azúcar y dos paquetes de chicles. No entiendo muy bien la proporción pero no voy a cuestionarme nada en los próximos días. Voy a ser superzen. Mi vida se va a convertir en un ohm constante para no entrar al trapo y liarme a bofetadas con el primer cretino que se cruce por delante. O por detrás.
Estoy retrasando el momento del último cigarrillo. Quizá debería haberlo fumado tomándome un whisky. Lástima no haberlo pensado antes. Porque no sólo no se puede fumar en este país sino que una persona adulta no puede comprar alcohol a partir de las nosécuantas de la noche. Me tienen un poco hartita con tanta regulación para salvarme la vida. Que se la salve a su puñetero padre, sea quien sea quien haga las leyes anti todo lo que me gusta. Un día de estos prohibirán los tíos, aunque lo tienen claro como se les ponga de punta el pinkpower. ¡Una mierda van a prohibir los tíos!
Pues eso, que he decidido dejar de fumar porque ya iba siendo hora. Y porque cada vez respiro peor, y aguanto menos en cualquier actividad física (ya no aguantaba mucho...) y porque mi amiga de toda la vida tiene cáncer y me retó a dejarlo juntas. Claro que, conociéndola, no sé porqué entré al trapo. Ella seguirá fumando y yo me pelearé con medio mundo.
Además, lo dejo "a pelo" porque tengo un año de lista de espera en el departamento de toxicomanías del Hospital de Sant Pau en Barcelona. Toxicómana. Pues vale, pues me alegro. Pues voy y lo dejo y lo unico que espero porfavorseñor es no volverme una histérica intransigente con los fumadores. Vamos, de momento, si queréis echarme el humo encima me dejo. O no. Ay, no sé. Estoy hecha un lío y aún no he dejado de fumar. Voy a dejar esta tontería del blog y me daré un homenaje con el último camel.
Y como dentro de veinte años algún imbécil de científico diga que se equivocaron y el tabaco no era malo, (que ya han tenido que disculparse por la mala fama que le dieron al microondas y al aceite de oliva en el pasado) hundo a tortas a las autoridades sanitarias con el aliento que me quede. Que me quedará mucho porque seré una extoxicómana super sana a los 102 años. Están avisados.