lunes, 31 de octubre de 2005

Los rusos también opinan que el tabaco mata

Tampoco se si toooodos los rusos, pero por lo menos hay un grupillo que ha montado una paranoia que se llama "Fumar mata". Es gracioso. Me lo ha enviado Eva, que es la proveedora oficial de este tipo de cosas (¿cómo las encuentras, reina?) y que tiene un blog propio genial, "Variatio Delectat", que recomiendo a todo el mundo.

miércoles, 26 de octubre de 2005

Soy linux ¡viva FON!

Es cierto, me he vuelto loca pero es que estoy entusiasmada. Acabo de inscribirme en FON, una revolución que ha iniciado Martin Varsavsky, ex mandamucho de Jazztel entre otras pymes, y me enamorao de lo que cuenta. Se trata de compartir el ancho de banda que nos sobra a los adeseeles wifi. A eso se le llama ser "Linux". También puedes ser Bill, que significa cobrar por lo que te sobra, pero eso sería ir contra mi naturaleza. Además, ya lo dice mi madre, "el día que tu cobres por algoooooo..." Huelga decir que su tono no suele ser festivo cuando me reprocha la poca ansia crematística que tengo. En fin, que me parece estupendo y que he explicao fatal lo de FON, pero no importa porque lo mejor es que lo leas en formato original, que para eso he puesto enlaces. Ah, llevo ya más de 700 euros ahorrados y casi 300 cigarrillos menos. Otro día explicaré mi transformación en abstinente capulla, pero hoy el espacio es para FON.

martes, 18 de octubre de 2005

El mono encontró el camino de regreso

Ha aparecido en el trabajo esta tarde sobre las 7. Se ha sentado en una esquina de la mesa mientras yo tecleaba sin descanso para evitar mirarle de frente. Él, con absoluto descaro, ha clavado sus ojos en mi, sonriendo. Es un cabrón. Ahora estoy en casa y me he asegurado de que no entrase conmigo. Temo que deba estar planeando la venganza. Espero que no logre colarse porque hoy no tengo mucha fuerza para impedirle nada.
Mañana será otro día.

Mañana será otro día.
Mañana será otro día.
Mañana será otro día.

lunes, 17 de octubre de 2005

El mundo está mal repartido

Mientras unos se mueren de asco, a otros nos arrollan las circunstancias. Hoy he empezado a trabajar en una agencia de comunicación. Bien, divertido, ameno, encima haciendo equipo con Xavi --bueno, de hecho, quién me ha fichado-- y a eso de las 2 menos 5 recibo una llamada en el móvil que me suelta "Aranchaaa, ve preparándote la comida que yo sigo en urgencias con la señora Mari". a) Arancha es mi vecina. b) Quién llamaba era Luis, su padre, evidentemente perdido en la agenda de su móvil. c) La "señora Mari" es mi augusta madre. Pues nada, he agarrado mi moto --una Scoopy tronada que debería llamarse Pegaso-- y ¡hala! al hospital. Una vez he localizado a la señora Mari, aparcada en urgencias de Sant Pau, y ambas mucho más tranquilas, ha coincidido que el sanitario de puerta la ha llamado para atenderla y hacerle "la historia". Más o menos eran las 2 y media. Teniendo en cuenta que han aparcado a mi mami a las 11 y media, sólo han tardado 3 horas en hacerle caso. Hasta aquí bien. El sanitario recolector de "historias" era un chulito retador de veintipocos, que ante los nervios y la angustia de la señora Mari al llegar al hospital decidió dejarla "un rato" (tres horillas) en "observación" (aparcada en una silla de ruedas) para ver qué le pasaba en realidad. Últimamente la profesionalidad de algunos elementos de los servicios de urgencias me tiene tan perpleja que ni siquiera me he enfadado. Ante la falta de paciencia del sanitario por las respuestas un tanto dispersas de la mujer de 82 años y medio que tenía delante, sólo le he apuntado "tranquilo, tiene miedo y ochenta y dos años". Pero debo haberlo dicho con mirada de Lee Van Cleef, porque el sanitario chavalote ha moderado sensiblemente el tono y, a pesar de que el de mi madre tampoco era precisamente colaborador, hemos logrado terminar "la historia" en paz y concordia. Propongo que a estos chiquitos que estudian enfermería o medicina como segunda opción les hagan una prueba el primer dia de clase. Si son incapaces de imaginarse a los 80 años con cierto realismo les obligaría a viajar con el espíritu de la Navidad futura todos los fines de semana de un cuatrimestre para pasar de curso. Al regresar a casa --yo cabalgando a Pegaso y mi madre en taxi, acompañada por el santo de mi vecino Luis-- los mecánicos del ascensor lo tenían desconectado y semi-destripado. Sólo he tenido que subir siete pisos, pedirles que lo conectasen, bajar hasta mi casa, acomodar a mi ancestra en el sofá y administrarle un calmante. He regresado a la agencia, he trabajado sin parar hasta las siete y pico y en ningún momento he pensado en fumar. No creo que esté curada, sino que sin darme cuenta he dejado al mono olvidado en algún punto entre el trabajo y el hospital pero no me inquieta, sabe volver a casa.

jueves, 13 de octubre de 2005

Oh, oh, Katy se ha agobiado

leyendo las entradas. Y todo porque dice que no doy consejos sobre cómo afrontar el hecho de dejar de fumar. Es verdad, pero porque no tengo. Sólo puedo decir que llevaba un año, que se dice pronto, pensando en liberarme del tabaco. A veces me negaba, a veces lo veía posible, aunque siempre con cierta angustia, es verdad Katy. Tú sabes lo que cuesta porque estuviste un año. Y luego cuatro meses, y otra vez dos semanas. Sabes que es mentira que el mono dure tres semanas. El mono puede instalarse en nuestra vida durante meses y no es un compañero agradable. Pero ¿quién djo que era fácil dejar de fumar? Fumar puede llevarte lentamente a un cáncer de loquesea y dejar el cigarrillo te lleva directo al insomnio, la depresión ligera, el sobrepeso, las burlas y el resquemor de algunos amigos que siguen fumando... pero a la larga compensa. Llevo un par de semanas recogiendo testimonios de fumadores empedernidos que lo dejaron unos meses, hasta unos años, y han vuelto a caer. Y, por fin, hace un par de días que estoy tratando con personas que ya no fuman desde hace años. Duaita también lo dejó hace mucho y no ha vuelto, pero Duaita es especial. Yo, que estoy a punto de coronar los cuatro meses y medio, regreso a este diario regularmente para darme cuenta del camino que llevo y tener presente a dónde no me gustaría regresar. Katy, ya encontrarás el momento para dejarlo, que posiblemente no sea ahora,y también la forma de buscar ayuda, en pastillas, parches, chicles, acupuntura, terapia sicológica o lo que sea. Lo que siento es que cada vez que me leas te agobiarás, porque te reconocerás en muchas situaciones que explico y porque lo que escribo no es nada más que otra forma de terapia, eso sí, la mía.

lunes, 10 de octubre de 2005

Cosas que no les gustan a los fumadores

Que les pidas un cigarrillo (empiezan a sonreír) y acto seguido lo desmenuces lentamente. Se ponen serios de golpe y empiezan a pensar en qué momento de la noche te has vuelto imbécil.
Que apagues los cigarrillos a medio fumar que se queman en los ceniceros.
Que, de forma involuntaria, te huelas la ropa después de una noche de tabaco ajeno sin parar.
Hay más. Ya las iré enumerando.

lunes, 3 de octubre de 2005

Cuatro meses

Y un día, y casi 20 horas en este momento. La semana pasada fue tremenda, con monos continuos. El sábado salí y volví a tener un ataque de melargocorriendooenciendounpiti sobre las dos de la mañana, pero me quedé y no encendí nada. Eso sí, en toda la noche bebí agua, coca light y un cortado. Si no hay tabaco, mejor sin alcohol. Así tengo menos ganas y más control. Cuatro meses ya...