miércoles, 28 de marzo de 2007

Me gustan los libros, eso no es ninguna novedad. Y el

cine, el teatro, la música, vamos, cualquier cosa que alimente el espíritu. Y como también tenía ganas de participar en un bloc comunitario, invité a Roser, a Eva y a Duaita a escribir a ocho manos un bloc donde comentarnos libros. No es una idea de genio de la lámpara, sino un rincón donde encontrarnos en cyber y charlar sobre algo que nos haya gustado, o no. Iremos publicando con la calma, en la medida en que queramos, sin obligaciones, como cada una publica hoy en día su propio bloc.

El nuevo bloc se llama "
Interletraje". Por nada en especial, si no es porque soy la pus con los títulos. Bueno, y porque la palabra está relacionada con aquellos tiempos románticos de tipos fundidos, cajistas que sabían leer al revés y dedos manchados de tinta fresca.

Para mi, la lectura de un libro que me atrapa es como enamorarme: sólo deseo estar a solas con él. Si lo logro, la emoción va en aumento hasta que se mezcla con ese momento agridulce en que sabes que se va a acabar y aún y así sigues hasta el final. Y al terminar, cuando el libro ha valido la pena, necesito estar un par de días sin leer nada más, desanimada al creer que nunca más voy a leer un libro que me produzca esas sensaciones. Menos mal que me puede la curiosidad y no suele tardar en saltar a mis brazos otro libro, y otro y así hasta que siento que sólo deseo estar a solas con uno en concreto. Y vuelta a empezar. Es bastante parecido al placer infinito.

lunes, 26 de marzo de 2007

Entre todo lo que llega cada día a mi e-buzón hay

unos cuatro diarios electrónicos de todos los colores y sabores, además de diversos boletines. Además, mientras me ducho tengo de fondo una tertulia televisiva diferente cada día, según quién tertulie, y mientras me desplazo en bus o en metro aprovecho para escuchar la radio (zapeo compulsivamente si nada me atrapa), para leer un gratuito o ambas cosas a la vez. Bueno, pues hoy es uno de esos cada vez menos escasos días en que me importa un bledo todo lo que destacan los medios. Un vasco agrede a otro vasco que piensa diferente. Un catalán dice que le brinda la presidencia al jefe de la oposición si se meten en la harina independentista. En la Fiesta de la Rosa, Ernesto de Hannover se ha comportado con dignidad. Caja Madrid no vende a Eon sus acciones de Endesa. ¿Y a mi qué todo ésto? La vida debe ser mucho más sencilla, aunque sea a costa de ir a vivir a una isla caribeña (ayyyy, ya empezamos) y poder parar a pensar, reflexionar, ir más despacio, caramba. Estoy saturada de datos, que no necesariamente de información. Debería plantearme ir dejándola. Si puedo vivir sin tabaco, puedo vivir sin datos ¿no?




jueves, 22 de marzo de 2007

El mes loco siempre había sido febrero, pero ahora

resulta que no, que es marzo el que se ha chalado y vuelve a hacer frío. Qué desagradable. Esta tarde me toca dar la vuelta a la Galia cuando lo que de verdad me apetecería es quedarme en casa leyendo. La noche de mi cumpleaños me regalaron cosas preciosas y unos 80 ó 90 mil libros. Llegaron a preguntarme "te gusta mucho leer ¿verdad?" y contesté "si". Mejor, no estaba la noche para declarar ningún principio. Pero sí, digamos que leer y viajar es lo que más me gusta. Y contra más leo, menos escribo. Me refiero a esas cosas que escribo y luego envío a la papelera de reciclaje sin piedad. Cada vez tiro menos. No vale la pena escribir nada si no hay nada de contar, ni ganas de contar nada. Eso no quita que me gustaría mucho dedicarme a escribir, crearme una rutina de escritora, o no, inventar otros mundos y vivir del cuento. Debe ser porque no me gusta la parte práctica de la vida. Bueno, me largo a la primera reunión de la tarde. ¿Sabes lo que me molesta? Que si no asistiera a esas reuniones no pasaría nada. Nunca pasa nada. A las personas no les gusta pensar que son prescindibles, pero a mi no me molesta. Poder no estar me da libertad.

martes, 20 de marzo de 2007

Un 20 de marzo de 1963 se estrenaba en los USA

"La pantera rosa", una películas con unos créditos que pasarán a la historia por méritos propios, igual que su protagonista. Más o menos cuando el público salía de la sesión de noche me dio por nacer, hoy hace 44 años. Para celebrarlo me he comprado LA moto. Hala, a celebrarlo aterrorizando peatones. Por cierto, el encargado de mi garaje tiene un Montblanc que me ha robado el corazón. Él se ha dado cuenta y ha recuperado su boli de mis manos en menos de lo que se tarda en decir "a la ladrona". Nunca hay que bajar la guardia en el arte del disimulo.

lunes, 19 de marzo de 2007

Debo ser la única persona que conoco que no quiere que

la llamen "joven", ni ser "joven", ni parecer "joven". Cuando empecé a dejar el tabaco me tenían frita los y las fundamentalistas libres de humo. Poco a poco, y siempre dentro de un orden, he ido entendiendo a algunos. A otros sigo enviándoles a freír espárragos. Vale, pues ahora me encuentro con cierta frecuencia a otros fundamentalistas, ciertos hombres pero sobre todo a mujeres que cuando digo mi edad (a partir de mañana 44 añazos), se apresuran a decir "ah, eres joven" y cuando les contesto que joven lo será ella, o él, oye, ¡se escandalizan! Claro, yo alucino porque, como abducidos por la misma nave, todos recitan una oración similar ¡y sin conocerse entre ellos!: "pues yo sí soy joven, estoy muy bien, me siento muy joven". Creo que intentan neutralizar mi negación, no vaya a ser que les salpique, se les caigan los lazos de las trenzas y ¡zas! de pronto sean personas maduras normales y corrientes. Dependiendo del día que tenga les dejo vivir en la ilusión o insisto que a partir de los 26 ó 28 ya no es es joven, sino ridículo por la insistencia. Y aprovecho para reivindicar que estoy encantada de tener la edad que tengo, de parecer que tengo la edad que tengo y de que no volvería a los veinte ni loca. Estas personas se extrañan de tener delante a una trucha vital, pero es que no puedo evitarlo. Dejando el marketing a un lado, ¿qué beneficios extraordinarios tiene ser joven para negar con insistencia otras etapas de la vida? Se me ocurre que aún le pasas desapercibida a la ley de la gravedad y la piel de brazos y muslos todavía no se han independizado y se mueven al ritmo que les marcas, vale. Además de ciertas bondades físicas, ¿qué más hay que nos haga desear no pasar nunca de los veinte? ¿Por qué esa obcecación? ¿Miedo? Seguramente, pero no me sirve. Ya sé que soy rarita, pero a mi me gustan los hombres de mi edad y también de un poco más. Me gusta que tengan arrugas alrededor de esos ojos que te miran dentro. Me gusta una cierta despreocupación abdominal acompañada de una sonrisa indulgente, consigo mismo y conmigo. Me gusta que me expliquen, que me sorprendan, que me faciliten el intercambio. Hombres aparte (la primavera, que no perdona) quiero cada minuto que he vivido. Claro que cambiaría muchas situaciones, muchas decisiones, pero todo lo que me ha pasado o no me ha pasado hasta ahora me ha llevado ser como soy y por ello a conocer y a conservar a mi lado desde hace muchos años a la mayoría de amigas y amigos con los que cenaré mañana, con la excusa de mi cumpleaños. Otros son más recientes, pero igualmente importantes para mi. Una vez al año me concedo el lujo de reunir a algunas de las personas excelentes con las que comparto universo cotidiano, a las que quiero, que me quieren. En amigos soy una privilegiada. Eso sí hace que me sienta orgullosa. Ser joven no; lo fui para llegar hasta aquí. El hoy me llevará a ser una ancianita venerable que, espero y deseo, sonría cuando mire atrás. Que a nadie se le ocurra quitarme ni un segundo de mis aún hoy 43 años, con lo que me han costado. Soy una mujer madura por fin, y me gusta.

Inmejorables noticias:
ya tengo plaza de garaje. Si todo cuadra en el Universo, estrenaré mi moto el 2 de abril. Soy la bomba haciéndome regalos de cumpleaños. Bueno, me lo merezco, que han sido dos años muy duros.

sábado, 17 de marzo de 2007

A veces, en la playa, mirando el

horizonte sentada en la arena, la temperatura es perfecta, el sol va cayendo sin prisa, solo huele a mar y los pesados que han jugado a palas desde mediodía se han largado, me esfuerzo en guardar las sensaciones para rememorarlas más adelante y escapar hacia la paz. Es como cuando hace mucho calor y pienso que sería perfecto almacenar un poco de bochorno para usarlo en esos días de invierno tan desapacibles. Bueno, pues hoy he logrado reproducir durante un par de segundos un atardecer marino. Seguro que es una mezcla de todos los vividos, aunque la playa era larga y la arena fina, como los de Cubelles en casa de Mercé, o los de Calafell, de cuando éramos críos mi hermano y yo y pasábamos los tres meses de vacaciones en casa de mis tíos. Se acerca mi cumpleaños y este año no me importa.
Espero que se me pase pronto el ataque de lirismo.

martes, 13 de marzo de 2007

Entre Rajoy y Línea Directa me tienen

alucinada. Bueno, la DGT también me ha dejado algo absorta, con ese anuncio de un señor virado a azul y que habla como un troll, soltando argumentos para que no corramos al volante. A mi me dan ganas de subirme en el primer coche que pille, poner primera, pisar a fondo y saltarme todos los semáforos hasta salir de Barcelona por la Meridiana, por huir del señor azul.

Pero los estupendos son los de Línea Aseguradora, que han hecho dos spots, dos, iguales. En uno salen unos hombres disfrazados de diferentes cosas negando a base de frases hechas que ellos conduzcan como las mujeres. En el otro son mujeres, también disfrazadas de cosas, las que sueltan las mismas memeces (recuerdo algo como "yo no aparco en el espacio de una bicicleta" o algo por el estilo.) Vaya, que la estrategia de márqueting (vender seguros con bonificaciones según el sexo de la persona contratante) la han traducido en la agencia por "ponemos a unos tíos soltando gilipolleces y hacemos otro exacto, pero con tías. Así nadie se cabrea y encima creamos una pieza maestra de la ironía". Y es verdad, porque no da para enfadarse. Más bien sugiere no contratar nada con esa aseguradora, no vaya a ser que el perito que pueda tocarme en suerte haya salido al director creativo de la agencia de publicidad.

La otra publicidad que también me ha dejado pensativa es la que ha protagonizado hoy Rajoy, el hombre que el sábado vivió uno de los momentos más hermosos de su vida, imagino que con permiso de su Primera Comunión. Estaba esperando a House en Antena 3 (soy humana y me equivoco) cuando he visto a Mariano declamando en plano medio el ppprograma electoral anticipado, disfrazado de entrevista. Uno de los entrevistadores era el muchacho al que le obligaron por ley a leer un comunicado del famoso sindicato CeCeOhOh. Bueno, pues Mariano ha dicho otra vez lo mal que está todo por culpa de Zapatero (c
ansino resultas ya Mari) y lo bien que vamos a estar todos otra vez cuando ganen, anticipadamente o no, que amenazar, amenazaba. Vamos a estar felices, contentos, unidos que ni con araldit y nos haremos cruces pensando en cómo hemos podido vivir en el caos desde 2004. Bueno, yo aún no he decidido si me haré cruces o rayas, dependerá del lado hacia donde se incline la balanza. Espero que no sea la del Poder Judicial, porque no sé si me va a dar el sueldo para tanta "penitencia". Harta me tienen los malos anunciantes. Ay, Señor.



viernes, 9 de marzo de 2007

Hace unos meses recibí un correo-e

pidiéndome permiso para publicar un texto de este bloc en un libro que recopilaría fragmentos graciosos de otros blocs. Ah, vale, no vas a ver un duro, bueno, vale, chao, chao. Ayer me llegó un correo-e del mismo remitente, explicando que el proyecto editorial sigue adelante, que la editorial le propuso a Eva Hache, Buenafuente y Manel Fuentes escribir el prólogo pero los tres declinaron la oferta y a pesar de ello los editores dicen que no pasa nada, que el libro se aguanta por él mismo. Los de www.quevidamastriste.com van a hacer un vídeo promocional del libro, que se llama "A blog pongo por testigo" y sale a la venta a principios de abril. Tendrá 144 páginas, 66 historias de 43 autores diferentes, yo entre ellos si no deciden borrarme al final y se podrá comprar en las librerías de toda España y también en la web de la editorial. Ésta dice que dentro de un tiempo nos enviará a los involucrados otro mensaje promocional, porque mucha pasta no tienen y están corriendo la voz por la red. Cuando lo hagan te lo pasaré. De momento he colgado la portada. Mira, me hace gracia que publiquen uno de mis textos. Ahora sólo me quedará hinchar un globo y regar un árbol.

jueves, 8 de marzo de 2007

Esta mañana estaba charlando con

Lucía y, entre otras cosas, le he comentado lo hartita que estoy de eufemismos y de darle a las cosas un nombre neutro por la maligna corrección política. Y como me ha dicho "pues publícalo en tu bloc", igual por no oírme más, he pensado que tenía razón. Y todo porque llevo tiempo saliéndome de mis casillas cada vez que oigo "bandera preconstitucional" para describir la bandera con el aguilucho negro, esa que, aunque nunca la ocultaron totalmente, ahora airean tanto los partidarios del Partido Popular. Preconstitucional es, desde luego, porque con Franco, el cobarde general golpista que juró fidelidad a la República en los años 20, tuvimos el famoso "fuero de los españoles" y punto pelota. Pero el trapo con el águila negra es, para ser exactos, una bandera franquista, que a cualquiera con espíritu democrático nos evoca tiempos de represión, de violencia y de falta de libertades. Corre por la red una foto del violento Zaplana junto a unos tipos con pinta de energúmenos, de estética pseudo skin, que enarbolan la bandera del aguilucho con alegría. No pienso colgar ni esa imagen ni la de la bandera fascista. Si no sabes de qué hablo la encontrarás con facilidad en la red, o puedes seguir con atención los canales de difusión de los neo-fascistas del PP y seguro que topas con ella en algún momento. Bueno, que eso, que rechazo enérgicamente los eufemismos y lo políticamente correcto, oscuros y húmedos refugios de cobardes y ambiciosos. Hombreya.

Ahora me largo a la mani unitaria del Día Internacional de la Mujer, que tengo que hacer fotos y sale a las 7 a un trecho de mi casa. Necesito media hora tonta para ir a la tienda de motos... Ay, Señor.

viernes, 2 de marzo de 2007

Sí señora, un año y nueve meses, que suman

21 meses por todo lo alto, sin un cigarrillo en la boca, ni siquiera apagado. Miedo me doy si un día hago la tontería de acercarme un piti a los labios. Aún sería capaz de encenderlo con el poder de la mente. Para lo bueno no, pero para lo malo tengo una potencia cerebral que ríete tú de una barra de uranio enriquecido.

Cosas buenas de todo este periodo de abstinencia
: ahora ya no espero el día 2 para escribir una entrada efeméride. Incluso tengo que forzarme a recordar que cada día 2 subo un peldaño.

Cosas menos buenas
: sigo queriendo no haber dejado de fumar. Como diría Escarlata: mañana será otro día.