domingo, 5 de junio de 2005
¡He superado la clase de teatro!
Al principio, raro, porque el cigarrillo me hacía mucha compañía. Pero más adelante todo fluía. También fluía un poco de mi mala leche, aunque me he esforzado mucho en hacerme la simpática. Primero, coz, después sonrisa. Igual ha colado, pero un par de veces me han dicho, medio en broma medio en serio, "fúmate un cigarrillo Amparo". Ya veremos qué pasará cuando toque camerino. Allí me fumaba uno detrás de otro. Mañana, otra semana laboral sin humo. Aunque sin llegar a que la cabeza me gire descontrolada, noto como el mal humor se apodera de mi. Me ataré a la cama pero antes voy a zamparme unas galletas de chocolate que, oh sorpresa, han aparecido en la nevera. Una cosa que he decubierto hoy es que hay un montón de personas en mis diferentes grupos que no fuman. Como yo fumaba tanto no me daba cuenta. Toxicómana y egocéntrica. Una combinación de lo más estupenda.
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