Un pico corto, de dos días, pero pico al fin. El jueves, verbena, fui a una fiesta de cumpleaños y una persona me dijo que si llevaba tres semanas ya lo había conseguido. Era una forma de dar ánimos, supongo. Creo que en la fiesta sólo otro y yo no fumábamos y fue curioso observar en tercera persona como los toxis buscaban ceniceros o se pedían fuego entre ellos.
El mismo jueves, un poco antes, tuve función ¡y nadie fumó en el camerino! Gustavo tenía el camel por allí encima y yo lo iba mirando de reojo, ¡me era tan familiar! pero no encendió ni uno a pesar de ser su debú. Y Rafel aguantó sin fumar como un señor, y eso que es una chimenea, como yo antes. Muy monos los dos. ¿Algún día iré por ahí sin acordarme que fumaba y sin pensar en si alguien fuma? Bueno, ya he superado las tres semanas.
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