escribo por no callar. Tengo un resfriado de aupa, un funeral en perspectiva para el viernes y un nuevo plan para enero: sobrevivir a las clases de gimnasia en aguas profundas. No se trata de submarinismo, noooo, aunque igual lo pruebo este verano, que mi peluquera Raquel sí lo practica y me ha engrescado. Lo de las aguas profundas es lo mismo que el aguagim, pero sin hacer pie. Si no me ahogo el primer día, daré testimonio del proceso. Aprovechando que estoy de vacaciones, ayer desperdicié parte de mi madrugada viendo un programa de Antena 3, que por cierto, tiene un trocito de web dedicada a la ley del tabaco y lo que comporta. Bueno, pues el programa de marras se componía de, a saber: un telepredicador anti-humo, fumador redimido peor que Savonarola, que basándose en el libro de Allen Carr "Dejar de fumar es fácil", daba consejos al público del plató, unas 150 personas y 6 ultra fumadores en primer plano. El guión era sencillo: el telepredicador iba dando consejos, aderezados con reportajes testimoniales "quemalmesientaelpiti" de los 6 ultra fumadores y sus sufridas familias, siempre bajo la atenta vigilancia y las oportunas acotaciones de Teresa Viejo, maestra de ceremonias. Un reloj digital en cuenta atrás presidía el plató. Todo el mundo fumaba (faltaba Garci) pero cuando el reloj llegase a las 00:00:00, allí se apagaban los cigarritos y ¡hala! ¡a empezar una nueva vida sin humo! En fin, un programa tonto como una catedral, cuya efectividad será nula excepto para los 6 ultra fumadores, a los que espero que arropen con una terapia apropiada. Dentro de un mes, o de tres o de seis, volverán a emitir un programa basado en el éxito y el fracaso de algunos de ellos. Otra noticia: los de Espasa me han ofrecido leer el libro de Carr (me lo envían gratis a casa) y publicar una crítica en este blog. Deben haberles propuesto lo mismo a los cincuenta mil diarios sobre dejar de fumar que hay colgados. Recuerdo que hojeé el libro hace cuatro años y pico en la casa de Katy en Sevilla, pero entonces ni quería oír hablar de dejar el camellito. En cuanto lo lea publicaré una crítica en condiciones. Tiene otro que se llama "Es fácil perder peso". ¡Ese es el que deberían enviarme, caramba! Porque perder kilos no debe ser difícil, la lástima es que kilo que pierdo, kilo que acabo encontrando... De momento, estoy a cinco días de los siete meses, que se dice pronto. Soy una campeona.
3 comentarios:
Jo. A mi no me han ofrecido hacer la crítica del libro ese. ¿Por qué será?
No desesperes, acabo de recomendar altamente tu blog a los de márquetin de la edito.
Ya me han escrito. Y me he dado cuenta de que hace tres días, el lunes exactamente, me enviaron el mail con la propuesta que comentas, pero que ni leí por considerarlo más spam. Ya te contaré...
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