Ayer, tras un rapto de sinceridad conmigo misma, di de baja el gimnasio. Esta mañana he ido a por mi nueva bici y espero salir a dar una vuelta diaria. A ver si sí. Esta vez será diferente a la otra, hace unos años, cuando arrinconé la moto a favor de la bici. La segunda vez en tres meses que me descubrí dando gas para salir de un semáforo en rojo volví a los brazos de mi Honda Scoopy de siempre, regale la bicicleta a una amiga, a ella se la robaron la primera semana y colorin colorado.
Las hay baratas, normales, caras, muy caras y tuestáschalada. Mi bici es de las normales. Ruedas de 20 cm de diámetro, cambio Shimano (o frenos Shimano, algo en la bici se llama Shimano y parece que eso es bueno) y se pliega. Ayer o anteayer estuve charlando con Duaita un rato sobre la bici. Ante la avalancha de información que le solté sobre los beneficios del ciclismo, todo encontrado en internet, Duaita me dijo que no esperara milagros, pero que si a ella le gustaba la bici era porque, mientras pedaleabas, te dirigías a algún sitio. Mujer sabia mi amiga. Y añadió que, además, tenía más valor plegable porque en caso de apartarla de tu vida cabía debajo de la cama. Doblemente sabia esta mujer. Y práctica, como buena Virgo.
2 comentarios:
Me alegra que hayas vuelto. Te echaba de menos!
Y si se pliega mietras pedaleas???
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