Acabamos (bien) la carrera contrareloj del estatuto, y empezamos la de las elecciones autonómicas anticipadas. Empiezo a estar cansada, y como no llevo la política en las venas, no le encuentro sentido a este sinvivir. El domingo del referendum me pasé doce horas tropezando constantemente con un interventora de CiU, tan de misa de 10 que me dieron ganas de despedirme con un "hasta la próxima victoria", pero no lo hice por si tengo que tragarme mis palabras. Sólo pensar que Catalunya puede volver a ser de derechas me produce insomnio. Pero el sobresalto es mayor si me detengo en la idea (que algunos de mis correligionarios apoyan) de volver a pactar con Esquerra. En resumen, los próximos cuatro o cinco meses, hasta las elecciones, van a caer chuzos de punta. Los catalanes vamos a ser lo peor del planeta, según los hp del pp, y si encima somos socialistas, ya no tendremos perdón de Dios, ni para los derechones de CiU ni para los de ERC, los chulazos de la puta llave.
En fin, que me tienen muy harta y no tengo ganas ni energía ni ná de ná. No quiero que me defina nadie, ni tampoco pasar de ser una persona a un elector. Voy a tumbarme a ver el CSI, a ver si cojo alguna idea.
1 comentario:
Mañana me voy con Richard a la piscina, localizaremos unas cuantas abuelitas marchosas del PP para ti y las citaremos donde el aquagym para que les des un repaso simbólico.
Parecerá un accidente y tendrás dos testigos oculares de que no fuiste tú.
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