martes, 12 de septiembre de 2006

Rebasé los 15 meses sin humo en Punta Cana

pero, con sinceridad, apenas me acordé de la efeméride. ¿Que qué tal Punta Cana? Bien, gracias. Mucha playa, mucha siesta bajo palmera, mucha agua, mucha lectura, y poquísimo contacto con la realidad dominicana. En una excursión a Higüey pudimos comprobar que la pobreza en ciertas zonas es extrema, aunque menos que la de sus vecinos haitianos, inmigrantes que son mano de obra barata en el cultivo de la caña de azúcar. En esa excursión, desde el camión militar camuflado de tigre en el que íbamos, dos mujeres jóvenes lanzaban rotuladores, gomas Milán nata, sacapuntas y otras baratijas a los niños que nos salían al paso. Les pregunté el motivo y la que mandaba, con suficiencia, me contestó que para eso los niños corrían tras nosotros, y lo sabía porque ya habían estado antes. Era su forma de contribuir al desarrollo escolar. El momento escalofriante fue cuando estas damitas del ropero arrojaron desde el camión unos colores a una niña en medio de una carretera, a la vez que nos cruzábamos con un coche. La niña tuvo el tiempo justo de saltar al arcén, alentada por los bocinazos del coche, que tampoco hizo un gran esfuerzo por detenerse. A partir de ahí, tras las exclamaciones de algunos (yo y dos más) del camion, las chicas caritativas empezaron a lanzar los rotuladores con intención de que no cayesen en medio de la calzada. Estaría bien empezar a cambiar la mal entendida solidaridad por la cooperación para el desarrollo. Aunque creo que estas mujeres hacían esto con buena intención, a mi me recordó cuando, acabada la guerra civil española, recién tomada Barcelona por los fascistas, soldados italianos lanzaban mendrugos de pan a los barceloneses desde un camión mientras les filmaban (mi mamá lo vivió en directo).
Bueno, ya he regresado mentalmente.
La foto del césped es mía, de mis pies pisando un pueblecito del interior de República Dominicana del que ignoro el nombre (porque soy una desgraciada que jamás admitirían en Lonely Planet.)
Esta otra la he robado de la web de Duaita, que ha subido fotos nuevas, porque al mirarla he visto el perfil del continente americano, incluido el azul del mar. Aunque si la miro más también distingo la cabeza de un alce oliendo una trufa gigante. No sé, igual si que debería tomar litio o algo...

5 comentarios:

Eva dijo...

Te echábamosssssssss mucho de menos, pero hay que reconocer que qué bien lo de las siestas y lo de no salir en el lonely planet y... y...

Anónimo dijo...

El continente americano! Alucinante... Qué bueno!
:) duaita

foscardo dijo...

Yo veo el mapa de españa pegao al de africa(una profecía tal vez?)
En todo caso te echabamos muuuuucho de menosssss.

Por cierto, muchas gracias por la foto que me enviaste: ¿Que se su supone que es lo que hay colgando?

Amparo dijo...

Colgando de una viga dominicana está el azote de los insectos y de las petroquímicas: una bolsa de agua (creemos que para espantar bichos...)

foscardo dijo...

Ahhh jajajajajajaja vees como funcionaaa jajajaja