jueves, 1 de junio de 2006

Recuerdo una cierta sensación de vacío hace

justo un año. Un día como hoy sabía que solo me quedaban 24 horas como fumadora activa. Sin tener la seguridad de conseguirlo, me lancé a una pelea con la ansiedad. De momento, voy ganando. Mañana será una fecha para celebrar. Dentro de dos años, de cinco, de siete, si sigo sin fumar, igual ya no me importa y no tendré ganas de recordar que una vez pensé que por intentarlo no perdía nada. Este mediodía he almorzado con unos compañeros de trabajo en un restaurante delicioso, escondido en una terraza soleada de un hotel de diseño. Unas virutas de foie, unas croquetas de Cabrales, pato laqueado digno de un mandarín, cava por única bebida. Al terminar, justo antes del café, uno de ellos ha sacado un paquete de Malboro light y, aunque ni siquiera pueda considerar tabaco a eso siendo una ex de Camel, he sentido el aliento caliente del mono en mi nuca.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

FELICIDADES!!!!! por ese año tan duro, y por tu valentía. Y cuando el mono-cabrón te incordie, piensa en el foie, el cabrales y el cava...
Hoy he sabido que alguien muy querido para mí está luchando por su pulmón. Ha sido un mazazo. No consigo recordarle si no es con un ducados pegado a sus labios. Y me duele. Seguramente, ni una décima parte de lo que a ti te duele Marta. Pero duele.
Te quiero niña. No le permitas al mono que te joda más.
R.

Amparo dijo...

Guapa, imagino que eres Roser. No sé de quié hablas, pero si sirve de algo le envío toda la energía. Nos veremos con la calma y charlaremos de lo que tu quieras. Un beso grande.