jueves, 8 de marzo de 2007

Esta mañana estaba charlando con

Lucía y, entre otras cosas, le he comentado lo hartita que estoy de eufemismos y de darle a las cosas un nombre neutro por la maligna corrección política. Y como me ha dicho "pues publícalo en tu bloc", igual por no oírme más, he pensado que tenía razón. Y todo porque llevo tiempo saliéndome de mis casillas cada vez que oigo "bandera preconstitucional" para describir la bandera con el aguilucho negro, esa que, aunque nunca la ocultaron totalmente, ahora airean tanto los partidarios del Partido Popular. Preconstitucional es, desde luego, porque con Franco, el cobarde general golpista que juró fidelidad a la República en los años 20, tuvimos el famoso "fuero de los españoles" y punto pelota. Pero el trapo con el águila negra es, para ser exactos, una bandera franquista, que a cualquiera con espíritu democrático nos evoca tiempos de represión, de violencia y de falta de libertades. Corre por la red una foto del violento Zaplana junto a unos tipos con pinta de energúmenos, de estética pseudo skin, que enarbolan la bandera del aguilucho con alegría. No pienso colgar ni esa imagen ni la de la bandera fascista. Si no sabes de qué hablo la encontrarás con facilidad en la red, o puedes seguir con atención los canales de difusión de los neo-fascistas del PP y seguro que topas con ella en algún momento. Bueno, que eso, que rechazo enérgicamente los eufemismos y lo políticamente correcto, oscuros y húmedos refugios de cobardes y ambiciosos. Hombreya.

Ahora me largo a la mani unitaria del Día Internacional de la Mujer, que tengo que hacer fotos y sale a las 7 a un trecho de mi casa. Necesito media hora tonta para ir a la tienda de motos... Ay, Señor.

3 comentarios:

roser_pen dijo...

Como siempre, absolutamente de acuerdo. Y no, no buscaré la imagen de marras porque paso de vomitar, que luego me duele el estómago.
Uno de estos días te contaré el último episodio del "neofascista-casado-con-una-amiga-nuestra" pero hoy no, porque no quiero que vomites tú tampoco.

Laura Abella dijo...

Yo también de acuerdo contigo! Que a las cosas por su nombre y esa banderita impuesta con sangre que así se impuso no merece esos respetos y mucho menos eufemismos.
¿Que tal la mani, bien?

Amparo dijo...

Hola Rateta, la mani bien. Poca afluencia, unas 2000 sólo, pero muy ruidosas. Ayer, mientras caminaba entre pancartas y mujeres guerreras, pensaba en las concentraciones contra la violencia de género que reúnen a quince, a veinte mujeres a lo sumo delante del edificio de mi gobierno autonómico.Empezando por mi, que no voy nunca, parece que un drama de ese calibre nos importe bastante poco. Oye, que sepas que de vez en cuando paseo por tu bloc y me lo paso bomba ;-)