jueves, 26 de julio de 2007

Pues nada, a las doce y diez, más o menos,

he llegado al punto de concentración de la Asamblea de Usuarios del Transporte Puerta a Puerta, frente al Institut Municipal de Disminuits. Había Guardia Urbana de mala leche, o sea, en su estado natural, y he calculado que seríamos unas 100 personas en silla más unas 50 como yo, acompañando a alguien. Pilar y varias personas más de la Asamblea ya estaban reunidas con la Gerente del Institut. Las negociaciones han durado una hora y media larga y el resultado ha sido positivo, de momento, aunque no se puede bajar la guardia: cualquiera que llame al servicio "Puerta a puerta" será atendido (siempre que haya taxis, que esa es otra) sin importar que viva a menos de 400 metros de una parada de autobús (si vas en silla y vives a menos, a pillar el bus, o el metro. Parece que también intentarán cambiar ésto.)

Es una victoria parcial porque en breve habrá otra persona al frente del Institut, ya que la gerente actual se jubila en nada. Tendrán que volver a negociar y a presionar, añadiendo a la mesa a la Entitat Metropolitana del Transport y al Ajuntament, que son los que verdaderamente tienen la pasta. Pero de momento han conseguido que el Institut no les quite el servicio "puerta a puerta" y que inicie un estudio sobre las deficiencias del transporte adaptado.

En la hora y media que he pasado esperando a que Pilar bajara, he escuchado aventuras insólitas para cualquiera que no vaya en silla. Por ejemplo, la facilidad --y el peligro-- que tienen las pequeñas ruedas delanteras de las sillas para atascarse entre el andén del metro y el estribo del vagón, porque han puesto ascensores --que no siempre van-- del anden a la calle, pero una vez dentro la cosa se complica. O la imposibilidad para acceder a la rampa del autobús cuando el conductor se detiene frente a un árbol o cualquier otro obstáculo. También parece que hay una variedad de rampas urbanas hechas por técnicos que no van en silla y que testan con inválidos jóvenes y atléticos, en vez de con personas discapacitadas sin fuerza ni destreza para superarlas. Todo un catálogo de despropósitos.

Esta victoria también es importante para otros municipios que quieren implantar el servicio teniendo como espejo a Barcelona. Según me han dicho, mi ciudad es pionera en el "puerta a puerta" no sólo en España sino en Europa. Por una vez que vamos por delante...




















Aquí, tan tranquilamente, cortado la Diagonal. A 300 metros había cierto colapso que he podido franquear gracias a ir en moto y pasar de un guardia.
































Estas dos chicas contribuían al atasco, plantadas en medio del cruce de Av. Diagonal con Padilla.


















Ha habido un momento de tensión cuando los portavoces llevaban una hora de negociación y un exaltado de la Asamblea ha gritado "a tomar el Institut". Algunas personas han entrado (yo les he acompañado) pero no ha llegado a mayores porque son buena gente y porque como van en silla tampoco se mueven muy rápido. No se trataba de montar follón, sino de presionar para que les escuchasen y obtener resultados positivos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Amparo: Me parece fantástico este servicio puerta a puerta. Lo desconocía. Me podrías facilitar el teléfono (tengo a mi suegra discapacitada) ya que me iría muy bien para acompañar a mi suegra a los médicos.

Gracias

Lydia

Anónimo dijo...

Aqui yo:

Soy una amiga de Pilar. Mi blog está en blanco desde hace un mes y pico por razones que no vienen a cuento pero espero poder rellenarlo dentro de poco.


Pilar ya sae que cuenta con todo mi apoyo. Ahora quiero que lo sepais todos.

Un abrazo,

Rosa Ortolà