miércoles, 25 de noviembre de 2009

"No fui consciente de ser una mujer maltratada

hasta el día en que me fui de casa. Es decir, cuando huí de mi agresor. Hasta entonces, había sido maltratada psicológicamente y de manera muy sutil; no fue hasta que me puso las manos encima que reaccioné, ya que hasta entonces no lo había hecho nadie".

Este fragmento pertenece al libro "Ni príncipes ni perdices", de Icaria Editorial (colección La mirada esférica). El libro reúne seis historias reales sobre violencia de género contadas por las mujeres que las vivieron. Lo bueno de este libro es la luz al final del túnel, ya que el libro nace de un taller de escritura organizado por la asociación de mujeres contra la violencia Tamaia. La verdad es que no sé si continúan en activo porque su web está parada en 2007.

El 25 de noviembre es el día escogido para dar un toque de atención al mundo sobre la violencia contra las mujeres. Una pregunta que algunos hombres me hacen a menudo es porqué esta atención especial en la violencia contra las mujeres, ¿acaso la violencia no es violencia, sea contra quien sea? Mi respuesta siempre es la misma: no. Durante dos mil años (no voy a remontarme a antes de Cristo, pero si quisiera podría), la violencia ejercida contra las mujeres no ha estado penada como tal, ya que las mujeres han sido o propiedad del hombre (marido, padre, hermano) o han estado bajo su tutela.
El juez (hombre) resolvía el crimen con un papirotazo en la cabeza del agresor (hombre) y añadía una recomendación para que los trapos sucios se limpiasen en casa.
En cambios, si era la mujer quien agredía se caía con todo el equipo.

Vivimos nuevos tiempos y siguen existiendo infra-hombres que no saben resolver las situaciones de otra forma que con un berrinche infantil de niño malcriado. Sólo que cuando la rabieta explota en un hombre hecho y derecho el resultado puede derivar en la muerte del objeto de su ira, la mujer que tiene al lado.

Si conoces a alguna mujer que sufre violencia de género y necesita atención y ayuda, puede llamar (también puedes llamar tú) al
016
Gratis, 24 h, 365 días al año.

Si se trata de una emergencia por agresión,
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9 comentarios:

felix dijo...

Amparo...

Gracias por el aporte en este día, este mismo día que debe ser recordado todos los del año por los agresores cobardes. Tienes razón que la mujer ha tenido que aguantar "carros y carretas" a lo largo de la Historia, pero aquí estamos nosotros para expulsar esta lacra de la sociedad.

Un beso y que tengas feliz día.

Akua dijo...

Un lujo haberte enontrado. Me ha gustado leerte.

Saludos.

Amparo dijo...

Gracias a los dos por vuestros comentarios.

Extrujado dijo...

¿Hablamos de la violencia contra las mujeres por las mujeres?

Amparo dijo...

No, Estrujado, hablamos de agresiones que hasta hace muy poco eran considerados asuntos privados, de ahí lo de violencia doméstica.
Hablamos de la mujer como objeto, como parte del ajuar.
No me seas fácil, que precisamente tú eres todo lo contrario (desde el cariño y el respeto :-pp
Un beso. Me ha gustado verte por aquí de nuevo. A

Anónimo dijo...

Tal i com dius, les dones al llarg de la historia hem estat sotmesses pels homes. Encara avui dia, continuem reproduint esquemes i comportaments masculins... tant al món del treball, com per exemple en el comportament sexual, on hem interioritzat el concepte sexual masculí.
Encara ens queda moooltisim per recorre i crec que som les generacions joves les que tenim la gran responsabilitat de canviar les regles del joc, però sense la complicitat dels homes, no ho aconseguirem.
Mentres tant, Desobediència civil contra les normes masculines.

Moltes gracies pel blogg

Carme dijo...

Gracias Amparo, por la entrada, porque jamás de los jamases deberíamos recordar al mundo que el maltrato hacia las mujeres existe.
Me gusta asomarme a esta ventana para leerte, gracias de nuevo

Nati dijo...

Fui una niña maltratada, en un tiempo en que el maltrato a los hijos no era considerado como tal, sino como una forma de educar. Los niños éramos posesión de los padres. Y no soy tan mayor, tengo 31 años. Esto pasó como aquél que dice ayer. Y por culpa de ver el maltrato como algo normal, en mi adolescencia no supe escapar a tiempo de los maltratos de mi pareja.
Me gusta tu espacio. Un saludo!

Amparo dijo...

Gracias a las mujeres que habéis hecho los últimos comentarios. Me gusta tener un blog que sea agradable de pasear :-)) Bienvenidas.