21 meses por todo lo alto, sin un cigarrillo en la boca, ni siquiera apagado. Miedo me doy si un día hago la tontería de acercarme un piti a los labios. Aún sería capaz de encenderlo con el poder de la mente. Para lo bueno no, pero para lo malo tengo una potencia cerebral que ríete tú de una barra de uranio enriquecido.
Cosas buenas de todo este periodo de abstinencia: ahora ya no espero el día 2 para escribir una entrada efeméride. Incluso tengo que forzarme a recordar que cada día 2 subo un peldaño.
Cosas menos buenas: sigo queriendo no haber dejado de fumar. Como diría Escarlata: mañana será otro día.
2 comentarios:
Qué curioso, yo sólo veo cosas buenas en el hecho de que hayas dejado de fumar...
Felices 21!
Felicidades, Amparo, y nos encanta que entres en nuestro blog (creemos que eres la única!!!)
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