Bueno, eso dicen los manuales. Al llegar a los 9 meses de abstinencia se pasa a la categoría de ex. Sí, abstinencia. Porque ni se me ha olvidado el sabor ni el olor de un cigarrillo. De vez en cuando pillo el paquete de Lucky de una compañera, saco un cigarrillo, me lo acerco a la nariz y aspiro. Huele rico. Vaya. Soy una ex, pero sin militar. (Vuelvo a guardarlo en el paquete, junto a sus hermanos, sonrío y regreso a mi mesa.) Ayer logré recordar fumar, físicamente me refiero. Fueron dos segundos de concentración y pude recuperar la sensación del humo retenido un instante en mi boca, luego bajando por mi garganta y saliendo por la nariz. Humm... qué rico. Me encanta el poder de la mente.
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