jueves, 4 de octubre de 2007

Hoy he dado una charla a ciento veinte mujeres. No es la


primera vez que tengo tanto público delante. Por encima de cien es la segunda. La otra fue en Puigcerdà, en el teatro del pueblo, un monólogo a calzón quitado lanzado desde un escenario enorme. Tuve éxito. A la mierda la modestia que con ella no se come.
Cerca del centenar, alguna que otra vez en Llantiol, un café teatro de Barcelona, en noches de estreno. Lo normal era tener entre veinte y cincuenta personas en la sala, la mayoría muerta de risa.
Hoy he vuelto a tener éxito, esta vez dando una charla sobre una historia de mi trabajo. Siempre me sorprende que el público me haga caso.

Al terminar nos esperaba un pica-pica. Mi intención era tomar una copa de cava y cada vez que avanzaba hacia una de las mesas me pillaba una mujer por banda y, claro, venga a seguir explicando cosas.
Al cabo de tres o cuatro mujeres he logrado apalancarme cerca de una bandeja de hojaldres dulces. He pillado uno y antes de relamerme, una rubia bulldog ha venido y me ha arrebatado la bandeja, "porque tiene que haber para todas, ¡a ver!". Consciente de que estaba en misión especial he ahogado un "¡bruja, más que bruja!" que pugnaba por salir de mi gaznate. Menos mal que una de mis fans ha aprovechado un descuido de la bulldog para pillar de nuevo la bandeja y ponérmela a tiro. "Come, mujer, come, que te vas a quedar sin". Les gusta tanto como hablo que hasta me ven delgada. Qué monas.

6 comentarios:

Nosotras mismas dijo...

Felicidades por tus éxitos!!!!

Anónimo dijo...

Hay que rentabilizar esa maravillosa capacidad que tienes...

Amparo dijo...

Me gustaría tanto que los anónimos fueran personas humanas con identidad...

Carme Sànchez Martín dijo...

Felicidades por tu éxito, pero me dejas intrigadísima, Amparo, de qué les hablabas a esas mujeres? Aunque por mi experiencia sé que cuando vas fuera de BCN a impartir conferencias, charlas, talleres, la asistencia siempre es más numerosa que por aquí y son más agradecidas. A mi me da palo el trayecto -cuando me invitan muy lejos-, pero reconozco que vuelvo más contenta...ah! Y siempre con alguna pasta o zumo de más (porque también dicen aquello " ara tens una estona fins arribar a casa i no marxaràs amb l'estómac buit).

Amparo dijo...

Les cuento la importancia de que las mujeres estemos en internet como generadoras de opinión. Y les gusta :-)

Anónimo dijo...

Esa charla era en Esplugues, lugar apacible, agradable y dónde las mujeres se hacen cada vez más visibles...Os informo que tenemos alcaldesa, progresista y con enorme capacidad de síntesis y actuación, por lo que siento decirte Amparo que tu triunfo fue real, pero las chicas de Esplugues estábamos ya muy predispuestas!
Gracias por contarnos con tanta frescura y elocuencia en que consiste tu trabajo.
Y por cierto, lo de la bandeja de canapés no es una licencia literaria de Amparo para adornar el comentario; doy fe de ello, lo ví con mis propios ojos!