Viola el derecho a la vida reconocido internacionalmente.
Constituye la forma más extrema de castigo cruel, inhumano y degradante.
Comporta el peligro constante de incurrir en el error irreversible de ejecutar a una persona inocente.
No contribuye a prevenir la delincuencia.
Deshumaniza a las sociedades que emplean el homicidio judicial sancionado por el Estado.
Acojo con satisfacción los grandes avances realizados en la erradicación de la pena de muerte a escala mundial y soy consciente de que 133 países han abolido ya la pena capital en la ley o en la práctica.
Invito a todos los gobiernos a que trabajen en favor de un mundo sin ejecuciones para contribuir al enaltecimiento de la dignidad humana y al desarrollo progresivo de los derechos humanos. Pido a los Estados miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas que voten de forma abrumadora en favor de una suspensión mundial de las ejecuciones.
Lo de arriba es un mensaje que he firmado y que Amnistía Internacional enviará en mi nombre a los Estados miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas. El miércoles que viene en Nueva York, durante el 62º periodo de sesiones de la Asamblea, se va a presentar una resolución en favor de la suspensión mundial de las ejecuciones como paso previo a la abolición de la pena de muerte. Si encima logra un apoyo mayoritario será la bomba y estaríamos cada vez más cerca del objetivo: un mundo sin pena de muerte.
Me gusta lo de "Invito a todos los gobiernos...". Me da un interesante toque Yoda.
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