martes, 12 de diciembre de 2006

Tenemos un héroe en el trabajo. Se llama Xavier y

hoy, cuando ha salido a tomar un café en su tiempo de descanso, se ha encontrado en la calle a un mal bicho amenazando con un cuchillo a una mujer. Xavier ha ido hacia el cafre y le ha paralizado con dos gritos. El bruto, con rollito corporativo, le ha contestado que la mujer era su novia y ahí mi compañero ha estado soberbio. Le ha dicho "¿y qué que sea tu novia? ¿qué quieres decir con eso? ¡Trae para acá!", le ha quitado el cuchillo y le ha roto el filo pisándolo con la bota antes de tirarlo por una alcantarilla. El mostrenco ha puesto pies en polvorosa y la novia en cuestión se ha quedado por allí. La verdad es que el caso no tiene buen pronóstico. Como tantas mujeres maltratadas, lo más posible es que ella regrese con el, porque él la busque, porque le busque ella. A saber que historia hay detrás para que una persona se deje maltratar hasta ese punto.
A todo esto, en el trabajo le han preguntado a Xavier porqué había alargado el descanso y ha sido cuando ha tenido que explicar el rifirafe. Yo le he declarado mi héroe en voz alta y en seguida hemos regresado a la cadena de montaje. Una mujer -porque algunas también son estupendas- le ha preguntado con tonillo victoriano "ah ¿y no has tenido miedo de que te hiciera daño?" y Xavier, aun calentito, ha soltado, "¿"miedo"? Yo no me estoy por hostias, y en estos casos, menos". Xavier es un pieza con pinta de rockero inmortal que debe medir metro noventa, lleva melena por debajo de los hombros y tiene voz y ojos de buena persona. Con más de éstos en la vida seguro que las alimañas con cuchillo irían menguando.

Buenas noticias de última hora: Pinochet sigue muerto.

3 comentarios:

foscardo dijo...

"A saber que historia hay detrás para que una persona se deje maltratar hasta ese punto."

¿Me los dices o me lo preguntas? ;)

Amparo dijo...

A mi me resulta difícil entenderlo, aunque tampoco es necesario. Con estar rotundamente en contra del maltrato de quien sea contra quien sea es suficiente ;-)

Anónimo dijo...

Ohhh, qué historia! El rokero se merece un beso en la boca, directamente y sin pasar por casilla de salida! Es mi héroe, eso sí que es un HOMBRE. Y sobre todo una PERSONA de admirar... Por cierto, ahora que me funciona esto, gracias mil por eloliar a mi compañero Max en otra pieza del blog.
:) duaita