martes, 2 de octubre de 2007

Veintiocho meses ya

sin éste al lado. A estas alturas, en realidad me da un poco lo mismo, aunque siga hablando de tabaco, o de su ausencia, y cada vez me moleste más el humo en la cara. Acudir a la cita cada día 2 es una excusa para ponerme y escribir algo.
¿Es necesario que escriba? En absoluto, pero es lo más parecido a una rutina personal que alguien como yo puede mantener.

Me gustaba más este mundo cuando te morías de cáncer en la más profunda ignorancia. Ahora, para ignorar cualquier cosa hay que hacer un esfuerzo. Puaj.
Les echo de menos. Quizá lo que echo de menos es mi vida veintiocho meses atrás. No, bien pensado no debe ser eso.

1 comentario:

roser_pen dijo...

Y lo que te has ahorrado en tabaconcio? Sabes que con ese dinero podrías haber estado 15 días en Japón a cuerpo de reina? O en Nueva York, seguramente más tiempo? Sabes cuántos libros se pueden comprar con 4000€? o a cuánta personas puedes ayudar? Sabes que esa fue la excusa para meterte en nuestros ordenadores y convertirte así en parte de nuestra rutina, a la que ya nadie quiere renunciar??? Va, no sigo porque me pongo mu'pesada con las flores... Mis pulmones, mi cabeza y mi marido te agradecen mil que hayas roto con el camello.
1besoncio!