jueves, 22 de febrero de 2007

De pronto, un día te levantas y una buena noticia

salta a tus brazos, en este caso a los míos. El diario gratuito 20Minutos ha decidido suprimir los anuncios de prostitución. Felicidades. Es una decisión arriesgada (no tengo cifras, pero van a perder una pasta inhumana) pero socialmente ejemplar. El Congreso se ha cuadrado, por fin, y ha dicho que nanai a legalizar la prostitución y 20Minutos ha decidido arrimar el hombro. ¿Qué hará el resto de la prensa española? Nada. ¿Me estoy arriesgando con la afirmación? No. Y si me equivoco, escribiré "subestimé a los diarios de mi país" cien veces en este bloc, sin cortar ni pegar (pero que va a ser que me voy a ahorrar el trabajo, por desgracia.)

Recuerdo una conversación de café hace más de un año en la última agencia de publicidad fashion-somos-lo-más donde trabajé sobre legalizar la prostitución. En aquel momento, menos el jefe y un señor tangencial, el resto éramos mujeres. Tres de las seis que éramos veían del todo natural que la prostitución fuera reconocida como una trabajo para que las prostitutas tuvieran seguridad social y una pensión, y además, si una mujer quería ser puta, ¿qué problema había? Una tiene derecho a hacer lo que quiera con su cuerpo.

Esas mujeres confundían chupársela al novio con meterse en la boca decenas de pollas en cualquier estado por diez euros, veinte un completo y veinticinco sin condón y hacemos lo que tu quieras mi amor. Estas mujeres que tanto defendían la libertad de las prostitutas a hacer lo que quisieran con su cuerpo no sabían nada, por suerte para ellas, de la sordidez y la marginalidad, de la pérdida de respeto por una misma, de costillas rotas, ceja abiertas, pezones arrancados, desgarros vaginales a causa de violaciones con cualquier cosa que se tiene a mano.

Tampoco creo que se planteasen el auge de la prostitución infantil, la importancia del comportamiento social común en la construcción de las generaciones que nos suceden, ni tantas otras realidades alrededor de la prostitución. Como esas mujeres que no entendían la diferencia entre cobrar por dejarse follar, maltratar, vejar y trabajar en una agencia ("es lo mismo", dijeron) hay muchas, demasiadas. Saco espumarajos de rabia contra el machismo celtibérico, pero que las gilipollas sean mujeres jóvenes universitarias, pretendidamente informadas, presuntamente actualizadas al segundo, me saca de quicio, quizá porque soy mujer. Menos mal que mi cotidianidad, tanto con los hombres como con las mujeres que me arropan, está llena de inteligencia. Y de (buenos) sentimientos. Bueno, pues eso, a ver si hay algún diario más que se suma a
20Minutos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

... dejarse follar, maltratar, vejar, y trabajar, además de costillas rotas, cejas abiertas, pezones arrancados, desgarros vaginales... etc... vale. ¿Pero no estarían mejor con una seguridad social?

De todas formas, no sé muy bien en qué consiste eso de la legalización. Me suena a ilegales, a 'simpapeles'... Mi no entender nada.

Amparo dijo...

Pues no, Extrujado, como estaríamos mejor es sin ese extraño consenso social que permite convertir una mujer en un objeto.
La SS te cura, pagues impuestos o no. Ese no es el caso.
Si quieres saber hay mucha información en la red, te acerco uno de los puntos:
http://www.somalymam.org/
;-)

Lucía Solís dijo...

Completamente de acuerdo, Amparo. El resto de medios no hará nada y seguirá con sus anuncios.
No se puede considerar un trabajo algo que no eliges libremente y el 95% de esas mujeres, no lo ha hecho. Muchas de ellas, además, son extranjeras que venían a trabajar como camareras o en la limpieza y cuando llegaron aquí se encontraron en el mundo sórdido y de esclavitud de la prostitución.
Debemos seguir denunciando este asunto y dejar de tratarlo como una forma de entender la sexualidad porque en realidad se trata de una situación de poder del "señor" que paga sobre la señora que ha de hacer lo que el quiera.

Anónimo dijo...

No encuentro mejores razones que las que tú expones, Amparo. Hay mucha confusión en este tema y mucha dejadez. La prostitución nunca dejará de existir, pero al menos no la estaremos cobijando bajo el techo de la "libertad".

Anónimo dijo...

Cura, pero no les pagan las bajas por enfermedad ni accidentes, que yo sepa.

¿Cuántos elegimos libremente nuestro trabajo?

También existe la prostitución masculina.

Anónimo dijo...

Prostitución masculina, femenina, gay, lo que sea... Si se regulariza esto, se puede regularizar el trabajo en infantes, que al final de cuentas muchos trabajan y tampoco se les da los beneficios del SS. No es cuestión de géneros, supongo que es cuestión de no hacer un portón donde ahora hay una malla que muchos brincan para saltar al otro lado. No a la prostitución es un tema que odian los que piensan que después sigue el no a los Table Dance...