lunes, 23 de abril de 2007
No he seguido la primera vuelta de las elecciones
francesas porque no me tira tanto la política como para pasar un domingo amorrada a una pantalla pendiente de cifras y especulaciones que no sean las autóctonas, y éstas cada vez menos. En cualquier caso, ayer fue inevitable escuchar los comentarios del telediario nocturno y pillé una frase estupenda del candidato Sarkozy. Al anochecer salió a saludar a sus seguidores y a pie de atril, según la periodista española, agradeció el apoyo de los once millones de franceses que le han votado. Nicolás, empezamos fatal. Puedes dar las gracias sólo a quién te han votado si quieres hacerte el gracioso recogiendo un Óscar, pero nunca si postulas para presidente de Francia. Si llegas a gobernar, lo harás para todos los franceses, algo más de once millones. Quizá ese es el problema, Nicolás, por eso no te votaría nunca, porque tú si eres de los que gobernaría para los suyos, actitud por cierto contraria del todo a la grandeur, ese rasgo tan personal de la idiosincrasia de tu país.
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